Por varias semanas hemos sondeado esta oferta y notamos que mantiene en ese rango de precio sin mucha variación, por lo que revisamos a detalle las especificaciones técnicas y nos encontramos con una cámara ideal para vlogers, fotógrafos de calle y viajeros.
En retrospectiva, cuando se anunció este modelo, a mediados de 2018, quizá no impactó como Fujifilm esperaba. Pero lo cierto es que a pesar de su discreto paso, la X-T100 es una apuesta ideal para los fotógrafos principiantes y semiprofesionales que vienen de réflex y quieran dar sus primeros pasos en el campo de las sin espejo.
Hay que tener en cuenta que la X-T100 es la versión más sencilla de la gama X de Fujifilm. Si quisiéramos compararla con otra cámara del mercado podríamos decir que está al nivel de la Olympus OM-D EM 10 Mark II o la Sony Alpha 6100.

Lo que nos gusta de la X-T100 es, por supuesto, su diseño clásico y lo ligera que es. Sin duda, hablamos de una cámara pensada para viajes, foto de calle y estilo de vida.
En las prestaciones técnicas nos encontramos con un sensor CMOS de 24.2 megapíxeles qué nos permite ir de los 200 a los 12 mil 800 ISO, con opción de ampliarlo de 100 hasta 51 mil 200, de acuerdo con Fujifilm.
Algo que nos impresiona es, que a pesar de su tamaño y su precio, tiene la posibilidad de grabar videos en 4k. Además cuenta con una destacada pantalla abatible de 3 pulgadas.
Su punto fuerte está en una característica que pasa casi desapercibida. Se trata de que cuenta con entrada para micrófono externo. Lo que la hace perfecta para la realización de contenido audiovisual semiprofesional.

Otro aspecto importante son los 91 puntos de enfoque que cubren casi la totalidad de la escena. Asimismo, el sistema de autoenfoque es muy preciso y suave. Rápido para capturar personas en movimiento, pero tampoco esperes congelar a la perfección la imagen de un auto a gran velocidad de la Fórmula 1.
Nos encontramos con una batería que tiene una autonomía de unos 430-450 disparos en promedio. Algo que es la media entre las cámaras sin espejo de gama sencilla y una que otra profesional.
Y, ya que hace unas cuantas líneas hablamos del aspecto clásico, no podemos dejar de lado los modos de simulación de película y filtros que repasan un poco de la historia de los carretes más emblemáticos de Fujifilm.

Hasta ahora todo parece de ensueño pero también tiene sus puntos débiles, aunque muy insignificantes si recordamos su módico precio.
Por ejemplo, el agarre puede ser algo complicado para personas con manos grandes, pero para solucionarlo existe un complemento para expandir la empuñadura, que nada le costaba Fujifilm integrarlo directamente en el cuerpo de la cámara, pero tampoco afecta el uso de la misma.
En fin, si eres estudiante de Comunicación, Cine o cualquier otra licenciatura donde se involucren proyectos audiovisuales, esta cámara es lo que necesitas.
Si trabajas en una pequeña agencia donde se tengan que realizar videos, eres YouTuber, viajero o simplemente aficionado que quiere dar un salto de calidad, ahora es la mejor oportunidad que puedes tener, antes de que termine 2019, para escalar a un nuevo nivel.
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