Era 2017 cuando una joven de Celaya, Guanajuato, se presentó a las seis de la mañana en una clínica de ese lugar para fotografiar un parto de una conocida suya. Equipada con su Nikon D610 y con muchos nervios, pero con unas ganas enormes de trabajar, Daniela Miranda comenzó así su camino como profesional.
"Le dije al médico que si me daba chance pasar y me dijo '¿sí sabes lo que vas a hacer?'. Yo le respondí que si, que ya había hecho otros partos, pero yo en mi vida no había entrado a un quirófano", recuerda Dani en una entrevista para Arcadia Mx.
Sin embargo, conseguir el acceso a la sala de partos para su primer sesión vino acompañado de una peculiar propuesta de trabajo que se convertiría en lo mejor que le pudo suceder para despegar su carrera:
--Pues sí, te voy a dar chance-- dijo el médico a Daniela--porque nos vas a ir a tomar fotos hoy en la noche porque tengo una presentación de mi obra.
Resultó que ese doctor también estaba interesado en el teatro y esa misma noche tendría una puesta en escena: “Me dio oportunidad para ir a tomarle fotos también (a la obra de teatro), ese fue mi primer parto, señala Miranda.
De esta forma, la joven fotógrafa se hizo amiga del médico, quien la ha recomendado entre sus pacientes que buscan registrar el proceso de su embarazo, parto y los primeros años de maternidad, justo el empujón que todo profesional necesita.

Del supermercado a los quirófanos
Daniela Miranda se inició en la fotografía trabajando en tiendas dentro de centros comerciales. El rito de trabajo era muy acelerado, explica. Todos los días podía tener sesiones cada media hora, debido a que los locales de este tipo suelen trabajar de manera rápida y se da prioridad la producción en volumen.
"El estudio está en un Soriana. Yo no comencé como fotógrafa, estaba en el área de ventas. Pero como teníamos mucho trabajo tuve que aprender para ayudar y de ahí me gustó. Después, en la universidad, donde estudié Mercadotecnia, teníamos una materia donde nos empezaron a dar el tema de fotografía y compre mi primera cámara: una Canon T6”.
Con el tiempo y práctica, Daniela mejoró sus técnicas y luego viajó a Querétaro para estudiar fotografía de manera más profesional. Al regresar a Celaya, se dispuso a abrir un estudio, en el que invirtió todo su dinero y, como la mayoría de emprendedores, los clientes tardaron en llegar, lo que le causó algo de frustración.

Aun así, no se rindió y una amiga suya le comentó, a su vez, que una de sus conocidas estaba a punto de tener a su hijo y que tal vez sería buena idea ofrecerle documentar su parto. Daniela acordó hacer el servicio gratis si ella le permitía entrar al quirófano, lo que resultó en la historia que se contó al inicio de este texto.
Esa primera experiencia hizo que la gente conociera su trabajo y después de hacer cuatro sesiones gratis a modo de práctica, los clientes comenzaron a llegar, animados por las buenas fotografías que lograba capturar.
Su negocio, que estuvo muchas veces en riesgo de ser un fracaso, pasó la brecha de supervivencia y actualmente se mantiene estable y en constante crecimiento.

No todos los detalles importan, hay que crear una historia
Para la fotógrafa Daniela Miranda, de 28 años de edad, el trabajo en el quirófano a veces es mal entendido. Con cada sesión, explica, ella aprendió a identificar los puntos que las familias buscan preservar:
"Yo creo que mi trabajo es muy emocional, muchas personas han llorado cuando ven mis fotografías. Si vas a entrar a un quirófano tienes que contar una historia, no entrar a sacar fotos de todo lo que se te ocurra. Hay cosas que no son importantes para ellos", dice.
Algunas de las cosas que ella ha notado en este campo específico, es que, algunos fotógrafos, enfatizan en detalles que no aportan a la narrativa que buscaría un cliente, por ejemplo, algunas tomas de jeringas entrando en la piel, el equipo quirúrgico o cables intravenosos colocadas a las madres, algo a lo que denomina ‘poco estético’.

Llegar hasta un estilo en donde las madres se sintieran cómodas y satisfechas con el producto final que ella entrega no fue sencillo, pero Daniela explica que a raíz de su propio embarazo, pudo conectar con lo que de verdad buscaba transmitir:
"Yo ya sé qué es lo que la gente quiere, muchas veces queremos ofrecerle al cliente algo que no necesita. Creo que los momentos claves de un parto son: quién estaba ahí, si los abuelos, los tíos o los primos; algo importante es que la mamá se acerca a darle la bendición a la hija; cuando le enseñan al bebé, si el papá llora. Siempre está pasando algo y tienes que estar pendiente de todo y no solo de cómo entra la jeringa o cómo le ponen oxigeno al bebé”, aconseja.

Prepararse para absolutamente todo
Además de capturar imágenes de la llegada de nuevas personas a este mundo, Daniela Miranda hace seguimiento de todo el proceso de maternidad, que parte desde sesiones de embarazo hasta los primeros años de vida del bebé.
Para trabajar con niños, especialmente con recién nacidos, la joven sabe que, además de cargar su equipo fotográfico, debe llevar una muda de ropa y otros accesorios que usa en sus sesiones:
"Tengo un carrito a mi lado siempre con cosas que necesito, con pañales y por supuesto con cambios de ropa porque los bebes me han hecho pipí, me han vomitado muchas veces".
Antes de pasar a las fotografías, Daniela envía a los padres una serie de propuestas e ideas para que ellos estén seguros de que sus hijos no corren ningún riesgo y de que ella es una profesional.

Nikon Z7, el equipo ideal
Daniela empezó en la fotografía con una Canon 76, su primer parto documentado lo hizo con una Nikon 610, pero actualmente ella utiliza una moderna y flamante Nikon Z7, la más avanzada mirrorless de esta marca:
“Yo me quedo con la Z7, definitivamente. Tiene muy poquito de que acaba de salir, tuve la oportunidad de que me prestaran una para usarla y la verdad me quedo con ella. Es super ligera, silenciosa, trae pantalla abatible, muy rápida”, señala.
Finalmente, menciona que para la fotografía de parto utiliza un 24-70 mm y para las sesiones e maternidad su objetivo ideal en un 70-200 mm.
Para contactar con ella y ver más sobre su trabajo, los clientes pueden seguir su página de Facebook Miranda Fotografía.